Es tan sencillo como eso. Necesitas un abrazo, nada más. Luego puedes continuar camino con el vigor de siempre. Pero quédate tranquilo, porque para recibir ése abrazo no dependes de los demás, no tienes que pedir nada a nadie. Éste abrazo te lo tienes que dar tú mismo. Es todo. Toma nota de lo que…