El hombre con mentalidad ganadora cambia su concepción de la victoria y en lugar de considerarla un evento la lleva a la dimensión personal de las percepciones y el entendimiento.
Así piensa una persona con mentalidad ganadora:
1.- La vida convoca luchadores o víctimas. Uno escoge.
2.- El éxito es sujeto, no objeto. No se busca la victoria se ES victorioso. No se busca el triunfo se ES triunfador.
3.- La victoria es una consecuencia, no un objetivo. De esto se trata la mentalidad ganadora.
4.- Quién gana califica eventos, el ganador se califica a sí mismo.
5.- El ganador no solo se siente como tal. También se trata como tal, actúa como tal. Habla y escucha como tal.
6.- La derrota no existe, todas son oportunidades para superarse.
7.- Lo que importa es aquello que sucede mientras se plantean partidas y llegadas.
8.- Para la mentalidad ganadora no existe el corto plazo, éste es el verdugo de los impacientes.
9.- La fortuna visita a quienes no la esperan. La victoria es compañera de trabajo del hombre exitoso.
10.- Éxito se escribe en realidad con “e” minúscula. Si existe la gran victoria, el triunfo final o el éxito grandioso, éste no es nada más que una suma delicada de éxitos con “e” minúscula. Logros pequeños, concretas victorias.
Reflexiones adicionales a la mentalidad ganadora:
Por algún motivo el fracaso echa raíces dentro del hombre mismo.
El fracaso no se encuentra en los factores externos. Tampoco es, por supuesto, producto del azar, destino o fatalidad.
¡Bueno fuera que así sea! Porque el hombre ha demostrado admirable capacidad para vencer los elementos, superar catástrofes y modelar su destino sobre la tierra. Sin embargo es criatura pequeña, indefensa y carece de mentalidad ganadora cuando debe enfrentarse a sí mismo, es vulnerable e incapaz.
Allá donde se enfoca el pensamiento se produce la acción. Se concentran las disposiciones, las habilidades, la optimización. Allá donde se enfoca el pensamiento sucede todo lo que demanda la dinámica de las cosas.
Si el pensamiento se enfoca en el presente, en el ahora, en la acción inmediata, el objetivo pequeño, simple, alcanzable, entonces las cosas suceden. Los procesos se inician y la realidad de lo “agregado” toma vigor. De esto se trata la mentalidad ganadora.