Lo normal para distraer, lo extraordinario para vencer

Lo normal para distraer, lo extraordinario para vencer es un Principio Estratégico que no está vinculado a la Estratagema. Se encuentra situado por encima de ella, en tanto constituye una constante de la que no debe prescindir la Estrategia o el STRATEGOS.

Conceptos tratados en el Libro: “El STRATEGOS y 23 Principios Estratégicos para la lucha en el mercado

En realidad, la referencia a lo “extraordinario”, es una alusión directa al carácter de la Estrategia que se está utilizando. Lo ordinario (o lo normal), es aquello que oculta la intención estratégica.

Por naturaleza, ninguna Estrategia es evidente para el competidor. Porque de esta manera resultaría inocua.

El Principio Estratégico demanda que se establezca de manera ordenada “aquello que la Estrategia no es” a los ojos del competidor. Aquí radica la exigencia de “distraerlo”. No basta con tener claro todo aquello que la Estrategia representará. Se debe construir un “empaque” que se “venda” al competidor y constituya protección para las verdaderas intenciones de la Estrategia.

Es necesario que el STRATEGOS sea tanto o más hábil en esto que en la disposición de la propia Estrategia. Porque mientras mejor sea el planteamiento de lo normal, mejores probabilidades tendrá lo “extraordinario” (es decir la médula de la acción estratégica).

Cuando este proceso de presentar lo normal para distraer y lo extraordinario para vencer se pone en marcha, otorga mucha riqueza a la efectividad de la Estrategia. Desarrolla una estructura compleja de formatos y presentaciones que poca opción le dan al competidor para identificar la columna central de las intenciones estratégicas.

El proceso genera un conjunto de combinaciones. Y el único que posee la capacidad de descifrarlas es el STRATEGOS.

En realidad no importa el tamaño de la operación involucrada. Éste es un tema de escala. Porque resulta recomendable que el Principio Estratégico se aplique incluso en las tareas tácticas.

Cada una de las operaciones de “contacto” debe estar revestida de estos formatos. De manera que lo impredecible sea una constante. En tanto los recursos humanos de la Organización estén preparados, el principio puede ser aplicado a lo largo de toda la estructura.

Con todo esto, el competidor puede llegar a ver un espectáculo de “fuegos artificiales” mientras sus posiciones le son arrebatadas con mayor facilidad y menor costo.

En los combates de box los atletas usan un brazo quince veces más que el otro. Porque lo utilizan para tantear al rival y castigarlo repetidamente con poca contundencia. Y se reservan el brazo principal para los golpes que más daño provocan, para los definitivos. Así funciona la lógica de lo normal y lo extraordinario.

Lo normal y lo extraordinario está también relacionado a una forma diferente de utilización de fuerza.

Generalmente los recursos que se destinan al cumplimiento de lo “extraordinario” son los mayores. En tanto que los destinados a “distraer” son menores, sin que ello sea percibido por el competidor. Un comandante decía: “en la lucha, usted distrae al enemigo con el cuerpo principal y le derrota con las reservas”.

En el mundo de los negocios, éste Principio Estratégico tiene muchas más variantes y posibilidades de aplicación que en el propio campo militar.

Muchas veces, este Principio Estratégico es resistido por un falso concepto del costo que involucra. En este caso, más allá de esgrimir como argumento que la asignación de recursos se subordina a la Estrategia, es importante hacer notar que el costo de la aplicación siempre lo paga el competidor. Porque para él son las mayores exigencias en un escenario de incertidumbre y difícil control.

Extracto del libro: “El STRATEGOS y 23 Principios Estratégicos para la lucha en el mercado. Aclaraciones indispensables de los conceptos de Estrategia, Negocio y competencia”.

Twitter: @NavaCondarco

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1 comment

  • Gracias. Para saber distinguir entre los dos. Cuando un competidor té está distrayendo? Se tiene que haber movido antes y terminar con el golpe decisivo. En el caso de ser el golpe extraordinario uno ya pudo salir y no estar mal parado. En teoría. Me parece que cuando uno piensa más que esta siendo manipulado es cuando uno menos lo está y saber hacerse un diagnóstico propio de la situación.

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