Ideas para un Negocio.¿Donde y cómo encontrarlas?

Las personas que buscan orientación para hacer un Negocio en realidad precisan encontrar ideas para producir y vender algo. Y tomando en cuenta que no se produce nada que luego no pueda venderse, en realidad buscan una idea para vender algo. A esto se remite el afán de identificar ideas para un negocio.

¿Cómo pueden hallarse respuestas para esto?

Las ideas pueden estar en cualquier parte. Pero aquellas que maximicen beneficios serán las que provengan de algo que se sepa hacer mejor que otras personas.

Este es el camino más corto y efectivo para hacer un Negocio. La fuente de la que emergen las ideas de mayor calidad. Todas las personas saben hacer algo mejor que otras, ya sea por alguna habilidad en particular, por efecto de conocimientos, experiencia, etc. Y en esta distinción se halla la veta que hay que explorar para identificar las ideas que se buscan.

Hay dos caminos que se pueden seguir para esto: la ruta vertical y la horizontal.

La ruta vertical transita por la ESPECIALIZACIÓN.

En este caso, la idea para un Negocio se fundamenta en producir y vender algo muy específico, diferente y particular. Cuando una persona tiene muchos conocimientos y destrezas en su campo, optará por esta ruta, porque le será más sencillo identificar distinciones.

En la ruta vertical las ideas surgen de las tareas que ya se conocen o practican. Se identifica algún proceso, tarea u operación que puede ser mejorado o especializado. Todas las actividades de negocios están compuestas por múltiples labores y procesos, y cualquiera de ellos puede constituir piedra angular para una especialización y un nuevo Negocio.

Las ideas de Negocio que se sustentan “en la vertical” suelen ser más sólidas, de mayor alcance y magnitud.

De ésta vertiente nacen algunos de los negocios más conocidos e importantes. Desde Ford en la producción de automóviles hasta Microsoft. Esos negocios fueron establecidos por personas que ofrecieron algo especializado sobre la base que ya conocían. Encontraron una veta más profunda en la actividad que ya desarrollaban para otras empresas o personas.

La ruta horizontal transita por la DIFERENCIACIÓN.

En este caso, la idea para un Negocio surge de hacer algo diferente respecto a lo que ya se conoce. Es un camino más amplio que el anterior. Puesto que es más sencillo encontrar alguna diferencia en producción, servicio, imagen, sistema de distribución, modalidad de venta, etc., de aquello que ya se practica.

Existen innumerables opciones para diferenciarse y establecer un Negocio. Muchas veces las diferencias pueden ser pequeñas, pero si se explotan bien, surgen como una opción concreta. Las ideas en la ruta horizontal no tienen porqué ser muy sofisticadas.

Las ideas de Negocio que se sustentan “en la Horizontal” enfrentan mayor competencia que las que surgen por criterios de especialización. Y pueden tener un ciclo de vida más corto. Pero por otro lado, son muy flexibles, pueden renovarse y reinventarse con facilidad.

Hay millones de negocios de este tipo. Desde aquellos que hacen un nuevo envase para un producto conocido, hasta los que diseñan sistemas de distribución diferentes para productos establecidos (el caso de Amazon).

Para hacer un Negocio no es necesario pensar en la formación de una “estructura”. Las personas, a título individual, pueden producir y vender conocimientos, experiencia o ideas. De ésta forma también están haciendo un Negocio, bien sea en función de los criterios de la ruta vertical o la horizontal.

Basar el desarrollo de un Negocio en algo “que ya se sabe hacer” es recomendable, pero no es excluyente.

También se pueden hacer negocios en áreas poco conocidas. Sin embargo, en ésos casos es mejor concentrarse en actividades de base genérica o “entendimiento común”. Estas se conocen como “operaciones mercantiles”.

Ejemplos de estos negocios hay muchos, la mayoría relacionados a operaciones de “intermediación o triangulación”: comprar y vender algo con un diferencial de precio, conectar a vendedor y comprador, encontrar y proporcionar lo que otros buscan, etc.

Estos negocios pueden ser muy productivos. Efectivamente precisan habilidades, aptitudes y experiencia, pero tienen barreras de entrada más bajas. Al no ser parte de conocimientos que “pocos poseen”, pueden ser replicados rápidamente.

Puesto que las personas que se dedican a negocios de este tipo no “poseen” los productos que venden (porque de hecho no los producen), deben “proteger” bastante bien a sus clientes. Y esto no es sencillo en mercados abiertos.

Buscar capital para buenas ideas de negocio no es sencillo, pero es mucho más fácil que concebir y desarrollar la idea.

El capital es un bien “fungible”, se consume con el uso. Las ideas son un Activo. Existirá siempre alguien interesado en transformar un fungible en un Activo. Por ello el capital para una buena idea de Negocio es más accesible de lo que se cree.

Muchas personas que están convencidas de ser potenciales emprendedores, buscan con afán ideas para hacer un Negocio. Leen mucho, estudian el mercado, intercambian opiniones, etc. Sin embargo de esta manera no surgen los buenos negocios.

No es coherente que alguien que “haya decidido ser Emprendedor” no sepa qué emprendimiento realizará.

El emprendimiento no es una tarea sencilla, todo lo contrario, es una decisión de vida. Por ése camino no se transita solo porque la perspectiva parezca atractiva, se piense que allí se encuentran los boletos a la riqueza o se esté “cansado” de la vida laboral.

En realidad, el emprendimiento eventualmente toma forma, luego que muchas ideas rondan en la cabeza largos periodos de tiempo. Después que varias opciones se sopesaron en desvelo y la viabilidad se puso a prueba desafiando la imaginación. Horas interminables de reflexión, de sueños, pero también de visiones fatalistas, duda y temor.

Ningún Emprendedor serio camina por allí preguntando por “ideas” para hacer algo. No existe un libro, ni apenas un folleto, que registre “ideas garantizadas para negocios exitosos”.

Eso es completamente superficial. No hay “expertos en ideas de negocios”, a menos que sean aquellos que registran la historia de las que ya se hicieron.

La concepción del Emprendedor se produce cuando una idea echa raíz en la mente. Luego se produce una larga gestación. La idea toma forma y cuerpo con el tiempo, con la alimentación que recibe de visiones, sueños, análisis de información, sondeos y sensibilizaciones.

El Emprendedor es como una persona “embarazada”, pero de una idea. Hasta el momento que se produce “el parto” y se forma el Negocio. Allí se inicia otra parte de la historia, una nueva vida.

Si alguien esperaba encontrar en estas líneas alguna idea de Negocio ojalá haya encontrado algo mejor. Porque es cierto que la realidad supera en peso y valor a la ficción. Y es preferible que alguien ahorre tiempo y dinero conociendo la verdad y no cuente por anticipado dinero fácil que no existe.

Twitter: @NavaCondarco

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