Los “Salarios Altos” y la Regla de Oro

Los salarios altos son seductores, pero pueden ser poco funcionales si no forman parte de una visión madura del horizonte profesional. Estas retribuciones tienen, como todas las cosas en la vida, un costo. Y en tanto mayor es la retribución también lo es el costo.

El empleo que vale la pena poseer debe tener una asociación integral a las expectativas que se posean y no puede medirse exclusivamente por el “nivel salarial”. Dado que puede ser mucho mayor el drama de quién percibe un salario muy alto pero esencialmente nada más.

Los empleados que tienen salarios más altos y mayores prestaciones suelen ser también aquellos a los que más se exige y quienes mayores cosas de calidad sacrifican en su vida.

No son pocos los que tienen que renunciar a sí mismos a cambio del “importante” salario que perciben. Y deben hacer del Empleo la prioridad de su vida. Porque solo así existe garantía que esos ingresos permanezcan inalterables o eventualmente sean mayores.

El empleo tiene una Regla de Oro que siempre se cumple: lo único seguro de un empleo es que un día terminará. Y esa regla castiga con mayor rigor a dos tipos de empleados. A los que más ganan y a los que más tiempo han permanecido empleados.

Si bien las generalizaciones no sirven, no son pocos los empleados que han tenido una “carrera laboral muy bien pagada, estable y larga” y quienes mayores problemas y fracasos tienen en la vida cuando la Regla de Oro se cumple.

Esto es lógico. Son justamente ésos empleos los más “castrantes”. Los que más privan de la posibilidad de construir habilidades, destrezas y experiencias varias.

A este tipo de empleados les sucede lo que a la mascota de la casa cuando sale a la calle y se hace atropellar con el primer automóvil. Se desarrollan en un ambiente que les priva de la capacidad de desenvolverse fuera de él.

El empleo proporciona experiencia en aquello relacionado con ése empleo. Y poco más.

El problema de desarrollar experiencia con un empleo es que usualmente se repiten las mismas “experiencias” una y otra vez. El empleo proporciona mucho conocimiento inicialmente pero luego éste se estanca.

La experiencia que uno adquiere en un empleo ¿podrá tener valor evidente en 20 o 30 años más, momento en el cual aún la propia Organización que lo proporciona eventualmente ya no exista? ¿Y en todo caso, ése tipo de experiencia puede ser considerada más valiosa que la experiencia en el desarrollo de conocimientos, actividades y sistemas para la generación permanente de ingresos más allá de las fronteras del empleo?

¡A tomar en cuenta! Los salarios altos no son malos, por supuesto. Pero tienen un costo alto. Y es igualmente bueno estar consciente de ello.

Material Referencial: El Empleo limita el crecimiento profesional; Realidades sobre el empleo: 9 consideraciones importantes

Twitter: @NavaCondarco

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2 comments

  • Bonito artículo, felicidades. DUI consultor por 14 años y ahora soy empleado dependiente, para mi es como un descanso pero tienes razón en que dado que estoy 4 años, algo sucedió que me estanque y procuro ver fuera otras actividades que me satisfagan como la docencia o trabajos de consultoría de medio tiempo.

    • Alberto muchas gracias por su comentario. Le envío mis mejores deseos éxito. Creo que la toma de consciencia en este tipo de temas es el comienzo de un proceso para tomar las mejores decisiones en el interés personal y profesional. Cada uno debe hacerlo de acuerdo a su mejor criterio y a las condiciones de contexto. Reciba todos mis parabienes. Saludos cordiales!

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