Negocios con poco capital, ¿cómo hacerlo posible?

100 Ideas de Negocios es un artículo en el que se exponen posibilidades de negocios, y acá se comentan algunas formas de activarlos con poco capital.

Veamos:

En el mundo de los negocios las ideas tienen, muchas veces, una relación inversamente proporcional con la disposición de los recursos que se necesitan para activarlas.

Esto quiere decir que cuando existe una idea no siempre está disponible la inversión. Y por otra parte, el capital no necesariamente encuentra ideas de calidad cuando precisa ser aplicado. Como efecto de ello, muchas ideas nunca pasan de ser simplemente eso…, y mucho capital languidece sin obtener rendimiento.

Desde ambas partes de ésta ecuación se tienden puentes para el encuentro. Emprendedores buscando capital e inversores evaluando opciones para sus recursos.

Hay quienes trabajan profesionalmente en estas tareas, ése es el caso del Articulador de Negocios, quién persigue precisamente “calzar” ideas de negocios con recursos necesarios para implementarlas.

El trabajo de vinculación comienza con la identificación y el estudio de la idea. En esto todos están básicamente de acuerdo: las ideas son siempre más valiosas que el dinero, porque en esencia son más escasas que éste.

Al margen del medio que se evalúe para “calzar” ideas con recursos, siempre debe tomarse en cuanta un hecho fundamental:

Las ideas de negocios valen más en la medida en que se desarrolla su estado.

La idea en la cabeza de alguien vale menos que una plasmada en un proyecto o modelo de negocios. Y éstos valen menos que la idea convertida en un Negocio activo, por muy pequeño que sea.

El siguiente es un método que puede contribuir a incrementar progresivamente el valor de una idea de negocios y presenta formas para conseguir activarlos con poco capital.

Primer paso: apoyo para la elaboración del proyecto o modelo de negocios.-

Si el dueño de la idea busca capital para el emprendimiento, bien porque no lo posee o porque el caso se brinda para otros inversores, tendrá que convertir la idea en un proyecto técnico o un modelo de negocios. Esta tarea demanda cierta inversión, especialmente si se quiere hacer un trabajo de calidad, pero agrega valor exponencial a la idea.

Todo proyecto trabaja y depura la idea técnicamente, y esto es indispensable en el proceso.

Si el Emprendedor no posee capital propio para elaborar el proyecto y cubrir otras necesidades, debe recurrir a socios (los llamaremos socios primarios), para que hagan la inversión. Caso contrario tendrá que acceder a préstamos o financiamientos alternativos para cubrir los gastos.

En ésta instancia puede resultar útil  recurrir al Articulador de Negocios, y contar así con ayuda profesional para acompañar el proceso. Pero si él no estuviera disponible, los socios primarios tendrán que cumplir la misión. De esta forma se evita el concurso prematuro de socios capitalistas (y el costo que ello representa).

Si en vez de contar con socios primarios, el Emprendedor decide acceder a un financiamiento para elaborar el proyecto, debe CONOCER PERFECTAMENTE el Negocio que quiere desarrollar. Si no posee amplio conocimiento de lo que quiere activar, los socios que lo complementen son siempre mejores que un financiamiento.

Segundo paso: bautizar la idea del negocio, el proyecto, el servicio o el producto que se vaya a poner a disposición del mercado.-

Colocar un nombre o una marca al servicio o producto que se ofrecerá no representa gran inversión. Otorga valor a la idea de negocios y contribuye en las formas de activarlos con poco capital.

Es posible que el producto no exista físicamente, o que de hecho el servicio no haya sido activado, pero colocarle un nombre no solo establece sentido de pertenencia y paternidad, también proporciona una referencia valiosa ante terceros.

Tercer paso: hacer un modelo de la idea, el producto(s) o el servicio(s) que se colocará a disposición del mercado.-

Esto es lo que hace un arquitecto al confeccionar una “maqueta” de la construcción que llevará a cabo. Y lo mismo aplica para la idea del Negocio.

El modelo puede ser virtual o físico si se tratara de un producto, y una descripción detallada del servicio si fuera el caso. El trabajo de modelamiento debe incluir todo lo que sea posible. Imagen, procesos, ejemplos, muestras, simulaciones, exposiciones, etc.

El modelamiento agrega más valor a la idea y al proyecto del Negocio.

Cuarto paso: disponer de una oficina física para trabajar el proyecto y atender a los prospectos que pueden hacer la inversión.-

Siempre que el carácter de la idea de Negocio lo permita, un espacio físico es importante, no agrega grandes gastos en las intenciones de negocios y ayuda en las formas de activarlos con poco capital.

No debe confundirse éste planteamiento con el criterio de ser conservador con inversiones y gastos. La imagen y presencia importan mucho cuando se está buscando apoyo financiero. Descartar esto es igual a intentar ahorrar en la limpieza de un automóvil que desea venderse.

Existen ideas de negocio que se brindan mejor a la habilitación de una “oficina virtual”. Si éste fuese el caso, el cuidado por la imagen y los detalles debe ser el mismo. No se debe improvisar nunca, más bien montar algo que genere buena presencia e impacto.

Posiblemente la oficina no cumpla ninguna función el momento de activar el Negocio en el mercado, pero habrá servido al propósito de esta etapa.

Quinto paso: la primera “venta” del proyecto de negocios.-

Esta “primera venta” no es necesariamente la definitiva o más importante. Su propósito sigue siendo consolidar la participación del dueño de la idea de negocios.

La “primera venta” puede permitir:

  1. Que el dueño de la idea y los socios primarios recuperen parcial o totalmente lo invertido hasta el momento.
  2. Su participación no se “diluye” significativamente en el Negocio por efecto del peso del capital.
  3. Se disponen recursos más holgados para la búsqueda de los inversores definitivos.
  4. La activación de una “start-up” con la idea de negocios.

Con la “primera venta” (si todo ha tenido buen resultado y fortuna), la idea inicial del Negocio ha multiplicado su valor. Y las inversiones no han sido significativas.

Por otra parte, si las cosas no han salido como se querían y debe abortarse todo el proceso, las pérdidas no son muy importantes.

De la misma forma que se pone en práctica la “primera venta” puede hacerse una segunda, tercera, etc. En tanto el criterio modular responda a un escalamiento del valor de la Idea y su alcance fuese importante.

Sexto Paso: la venta definitiva del proyecto de Negocio.-

En este punto se incorpora el capital necesario para activar el proyecto de Negocio en el mercado.

Acá se define el carácter del patrimonio que tendrá la Organización de Negocios. El Emprendedor debe negociar muy bien su participación en la estructura final, y la forma que esta toma.

Hay que considerar que los socios u accionistas responden tanto en beneficios como en pérdidas de la Organización Empresarial. Y si el Emprendedor no tiene la capacidad de acompañar financieramente ciclos desfavorables, ello debe negociarse con claridad desde un inicio. Existen formas técnicas y jurídicas que soportan esto.

Si en el proceso hubiera participado el Articulador de Negocios, en este punto tomará la decisión de incorporarse en la estructura patrimonial o dar por terminada su participación en la historia.

Conclusión.-

No solo es posible activar una idea de negocios con poco o ningún capital, en muchos casos es incluso recomendable. Especialmente si se adopta un criterio modular como el descrito.

No solo se reducen riesgos para el Emprendedor, también aumenta la calidad del Negocio que se activa. Pues se incorporan recursos y personas que enriquecen la idea, la consolidan y le agregan valor.

No corresponde con la dinámica de los mercados modernos la idea de “no incorporar a nadie” en la etapa embrionaria de un Negocio. O la consideración atávica del “problema” que representan  “socios” y “personas extrañas”.

Esa manera de pensar anula la posibilidad que las ideas terminen siendo algo más que eso. Y priva al Emprendedor de verificar que la visión puede ser más que un sueño.

Por último, las mismas experiencias negativas (si las hubiera), valen más que intenciones que se diluyen al mismo ritmo del café,  en la mesa donde tantas veces comienzan y terminan las ideas de negocios.

Twitter: @NavaCondarco

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