Las 4 premisas mentales del Emprendedor

Emprendedor es toda persona en algún momento y circunstancia de la vida. Sin embargo el que hace del emprendimiento una razón de ser y actuar en el mundo, responde a pensamientos que no ejercitan otros individuos. No es apropiado hacer generalizaciones nunca, sin embargo la existencia de ciertos patrones permite sustentar la existencia de ciertas premisas mentales del Emprendedor.

Hay que tomar en cuenta que las personas que deciden hacer del emprendimiento una forma de vida, son una minoría en la Sociedad. Y en el marco de ése pequeño número, existe una clasificación adicional: los emprendedores que justifican su estado por determinadas circunstancias y los que lo hacen por íntimas y profundas motivaciones.

Quienes se inscriben en este último grupo no solo poseen una explícita Conciencia Emprendedora, tienen también Procesos Mentales muy particulres.

La Conciencia Emprendedora reflexiona, orienta, reprende y sostiene, pero los Procesos Mentales condicionan las acciones.

Existen 4 premisas mentales en el Emprendedor que explican su conducta. Como tales consideran la existencia de otros factores, por supuesto, pero se reservan protagonismo.

Primera de las premisas mentales del Emprendedor:

Su mente reverencia las POSIBILIDADES.-

En primer lugar, hay que tomar en cuenta que los términos están aquí bien escogidos: reverencia y posibilidades.

La afirmación, casi profana, de que “todo es posible” en la vida, constituye una consigna en la mente del Emprendedor. No es una mera reflexión o enunciado asertivo.

El término consigna deriva del latín “consignare” que significa “dar una orden”. Y la mente del Emprendedor hace precisamente eso. Emite una “orden” a su sistema racional y emotivo, estableciendo la existencia de una POSIBILIDAD respecto a lo que se piensa o quiere hacer.

La mente del Emprendedor parte del entendimiento del “sí se puede”. Su lógica emerge de la aceptación de que todo aquello que se visualiza “es posible” de obtenerse, de ser alcanzado.

En su caso, las fronteras de esta visión son más amplias que en otros individuos. No están limitadas por la razón ni se reprimen emocionalmente. Éste es el motivo por el que muchos de ellos se califican como soñadores, idealistas o individuos disociados de la realidad.

Por otra parte, el Emprendedor no solo se piensa en un mundo lleno de oportunidades, también reverencia el hecho que esto sea así. La reverencia es un acto de respeto a ésa realidad.

En este sentido, entender el mundo y la existencia como un campo de posibilidades conduce a la creación. A la materialización de hechos que el común de las personas difícilmente concibe en su quehacer cotidiano.

Son ejemplos de lo anterior casi todas las cosas que hoy acompañan la vida humana. Desde la electricidad, el agua potable, la asistencia médica, la tecnología, etc.

Todo esto responde a la tarea creadora del Emprendedor, porque antes que él pusiera en práctica su reverencia a las posibilidades, no muchos lo veían factible.

Resulta bastante sencillo asumir la existencia de muchas cosas hoy. Pero se necesita humildad para reconocer que ellas se hicieron realidad porque su “posibilidad” anidaba en la mente de unos pocos.

Esto refuerza una conclusión muy importante: la “creación”, en general, no responde al esfuerzo colectivo.

En los hechos, es siempre producto de las mentes solitarias, independientes y libres. Las que no solo entienden que las posibilidades son el lenguaje del Universo, también las reverencian como designios que deben atenderse.

Segunda de las premisas mentales del Emprendedor:

Su mente visualiza OPORTUNIDADES.-

Una cosa es entender el mundo como un campo de posibilidades y otra visualizar las oportunidades que se presentan en respuesta a los deseos u objetivos que se tengan.

Las oportunidades deben ser identificadas con precisión, y para ello está dispuesta la mente del Emprendedor.

Ahora bien, la visualización significa identificar las oportunidades antes que se vuelvan evidentes o no puedan concretarse. Y para conseguirlo, los Procesos Mentales del Emprendedor se desarrollan de la siguiente manera:

  1. El Emprendedor entiende que las oportunidades para emprender se encuentran en la satisfacción de las  necesidades de las personas. “Donde existen necesidades, hay oportunidades”.
  2. Por otra parte, tambien entiende y acepta que todo problema ES una oportunidad para emprender. Los problemas precisan soluciones y tras ellas se encuentra potenciales emprendimientos.

Enfocarse en la atención de las necesidades de la gente, y hacerlo aceptando que todo problema lleva un “regalo” que puede tomarse, genera una aguda visión hacia las oportunidades.

Tercera de las premisas mentales del Emprendedor:

Su mente acepta PROBABILIDADES.-

Bien podría decirse que “si todo es posible, no todo es probable”.

Una cosa es reverenciar posibilidades y otra aceptar probabilidades, porque detrás de esto último se encuentra la posibilidad del fracaso y la pérdida.

En este sentido, la mente del Emprendedor ACEPTA con total racionalidad y emoción neutra, la probabilidad que el éxito resulte elusivo. Lo hace con la naturalidad que expone cualquier cálculo estadístico.

Hay que tomar en cuenta que la seguridad plena no existe en ningún aspecto de la vida, mucho menos en los emprendimientos. Lo que hay son probabilidades de ocurrencia de ciertos eventos. El Emprendedor analiza éstas probabilidades y en función de ello ACEPTA el riesgo involucrado.

Porque finalmente los riesgos están relacionados con el cálculo de probabilidades, y el umbral de tolerancia al fracaso vinculado a la magnitud del riesgo aceptado.

Por ello mismo, no existe nada que no pueda fluir con naturalidad y benigna aceptación. A mayor probabilidad de éxito, menor riesgo y menor probabilidad de fracaso. A menor probabilidad de éxito, mayor riesgo y mayor probabilidad de fracaso. ¡Simple!

Solo es necesario calcular probabilidades con destreza. Y dado que ellas pocas veces aseguran 100% de éxito, demandan entendimiento del riesgo y el fracaso.

Finalmente, es un hecho que quien entiende de probabilidades, reconoce la naturalidad de los riesgos y la lógica benigna de los éxitos y fracasos.

Es posible que éste sea el proceso mental que más diferencia a los emprendedores entre sí. Puesto que los que finalmente entienden que emprender es una forma de vida, trascienden los fracasos y caídas con fluidez. Los incorporan en la lógica de las probabilidades.

En cambio, los emprendedores que dan por concluida su tarea luego de un fracaso, también trabajan con probabilidades, pero las vinculan a una “apuesta” puntual y de corto plazo. Y si ésta apuesta se pierde, la tarea concluye.

Cuarta de las premisas mentales del Emprendedor:

Su mente gestiona CONTRARIEDADES.-

La gestión de contrariedades demanda destrezas diferentes. Es un asunto eminentemente mental. Para ser efectivo en este tema, las personas deben poseer la capacidad de procesar y resolver problemas como si no existiese nada más. Como si ellos fueran la norma, y todo lo demás una piadosa excepción.

Ahora bien, la mente de una persona promedio acepta el surgimiento de problemas y adversidades como excepción, no como norma. En cambio los Procesos Mentales del Emprendedor a éste respecto son inversos.

En los hechos, ésta lógica de las contrariedades como “norma” se ajusta a que el propio emprendimiento no es una tarea ordinaria.

El “prisma”, el “lente” mental del Emprendedor, se dispone para encarar problemas y adversidades con naturalidad. Sin imprimir en la tarea una carga emotiva diferente a la que existe para otro tipo de eventos.

No existe Emprendedor genuino que no entienda como su medio natural la resolución de problemas, adversidades y contrariedades.

El emprendimiento tiene mucho de lo que experimenta un pionero: “ser quién realiza los primeros descubrimientos o trabajos en una actividad determinada”. Para él no existe el reposo del asentamiento o la conquista. El pionero vive en la tumultuosa dinámica del creador. Ése que abre sendas que transitarán otros, y ensancha el mundo para dejarlo con mayor promesa.

Pocas cosas califican mejor la esencia de emprender que aquella frase: “existe un antes y un después del paso de un Emprendedor por este mundo”.

A esto conduce el entendimiento y la práctica de las premisas mentales del Emprendedor.

Twitter: @NavaCondarco

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