Los tipos de emprendimiento que existen y debes conocer

Los diferentes tipos de emprendimiento que existen son como la liga y la cancha de juego donde se disputarán los partidos. El juego es el mismo, pero las condiciones competitivas y los escenarios varían y definen las acciones.

Existe el riesgo que el emprendedor esté más consciente de sus propios actos que del escenario donde estos se desenvuelven. Y ello puede afectar sus perspectivas de estabilidad y crecimiento.

No es lo mismo un emprendimiento novedoso que uno de imitación. O uno de carácter social y otro tecnológico. Conocer las particularidades del supra-sistema donde se desarrollan las acciones es indispensable.

Estos son, en general, los tipos de emprendimiento que existen:

1.- Emprendimiento escalable.-

Estos proyectos están definidos por algo fundamental: la posibilidad que tienen de crecer sustancialmente en el mediano y largo plazo. Los negocios escalables reúnen las condiciones necesarias para convertirse (eventualmente), en operaciones de mercados geográfica y demográficamente distintos.

La “eventualidad” de que esto suceda depende del carácter de la gestión. Sin embargo el potencial está allí. Saberlo condiciona la ruta estratégica que tiene que adoptarse, especialmente en el corto plazo.

Los tipos de emprendimiento escalable no necesariamente demandan grandes inversiones y recursos en su origen, pero lo harán a medida que la posibilidad de crecer se manifieste. Entonces será indispensable contar con sólidas estructuras de gestión. Visión sistémica. Recursos financieros. Ssocios que apoyen e inteligencia comercial.

Mientras más temprano se tenga en cuenta esto, mayor probabilidad habrá de escalar exitosamente.

Ejemplos de negocios escalables son casi todos los que pueden ajustarse a mecánicas de franquicias, licencias de uso de marca, alianzas para la explotación de “know-how”, “joint-ventures”, etc.

Los proyectos digitales se brindan bien a ello, pero también los convencionales, como lo atestiguan las historias de McDonald´s o Starbucks.

Hay un requisito fundamental para el emprendedor que ingresa en un negocio potencialmente escalable: dominar, perfeccionar y proteger el “know-how” que sostiene sus operaciones. En tanto esto se haga bien desde el principio, existirán las condiciones para escalar el negocio cuando las oportunidades se presenten.

La gestión de todo lo relacionado al “alter-ego” del emprendedor es indispensable para ser exitoso en estos proyectos. El equipo de trabajo debe ser solvente en la gestión de las operaciones cotidianas y permitir que el emprendedor mantenga clara la visión del futuro.

2.- Emprendimiento social.-

Estos proyectos buscan generar un impacto importante en la Sociedad. Posiblemente no tengan un grado muy significativo de alcance “horizontal”, pero de hecho lo tienen a nivel “vertical”. Afectan positivamente la vida de muchas personas.

Los emprendimientos sociales no buscan necesariamente un objetivo financiero (al menos como prioridad), pero tienen importante implicación económica. No es lo mismo. La rentabilidad de carácter económica no es igual a la financiera.

Estos tipos de emprendimiento buscan resolver problemas éticos, ambientales, sanitarios, educativos o de derechos humanos. Sin ellos el mundo no podría transformarse positivamente.

Aunque muchos no lo entienden, detrás de estos proyectos, y a lo largo de toda la historia, siempre ha existido un emprendedor.

Asociar el emprendimiento solo a parámetros financieros o de riqueza individual es un error conceptual. Es cierto que por definición todas las actividades humanas pueden inscribirse en el ámbito etimológico de lo que es un Negocio, pero sus objetivos no son los mismos en todos los  casos.

Los emprendimientos sociales definen el desarrollo general de la humanidad, y en ése sentido establecen las condiciones para el progreso universal.

3.- Emprendimiento novedoso.-

Hacer algo “nuevo” es una característica esencial del emprendimiento. La innovación es una de las particularidades que lo distinguen.

Cuando el emprendedor trabaja en un escenario de esta naturaleza debe tomar en cuenta varias cosas, pero entre ellas una es fundamental: el riesgo. La novedad y el riesgo tienen una relación directamente proporcional. El éxito de lo emprendido puede ser tan resonante como el fracaso.

Pocas cosas caracterizan un emprendimiento de la manera en que lo hace la innovación. Pero el riesgo involucrado demanda importante enfoque de recursos y el apoyo de inversiones que puedan neutralizar las contingencias.

Nadie sabe con exactitud qué pueden presentar los nuevos senderos. No existen guías o mapas que lo describan. En esta tarea el emprendedor se desenvuelve en un grado significativo de soledad. Su visión establece el norte, y la tenacidad que tenga define el resultado.

4.- Tipos de emprendimiento de imitación.-

En este caso se tratan de replicar modelos exitosos de negocio. La experiencia existe, y el objetivo es optimizar y maximizar lo que convenga.

Estos son, posiblemente, los emprendimientos más inteligentes y prácticos que hay. El riesgo es menor. El camino se conoce. Es cuestión de hacer las cosas mejor que los demás. Y esto siempre es posible, porque la optimización no tiene fronteras reconocibles.

Detrás de los emprendimientos de imitación se encuentra un factor vital para el desarrollo de los mercados y la sociedad: la evolución. En la medida que las cosas van mejorando y los procesos se perfeccionan, la calidad de vida aumenta. Y estos son méritos que todo emprendedor que adopta esta ruta puede atribuirse.

El requisito fundamental aquí es calidad. Hay que hacer las cosas muy bien. De esto se trata la optimización. La imitación no quiere decir, bajo ningún punto de vista, hacer las cosas igual que otro, más bien mejor, aprovechando que se parte de un hito conocido.

Los japoneses son eximios en el arte de emprendimientos de imitación. Lo han llevado a niveles insuperables, y de esta forma han contribuido grandemente al progreso de la humanidad.

Bien se afirma que “no es necesario inventar la pólvora para decir que se está haciendo algo nuevo”. Y por otra parte, acota apropiadamente esto otra sentencia: “si te subes a los hombros de un gigante podrás ver más lejos”.

5.- Emprendimiento oportunista.-

Hay una sutil diferencia entre este tipo de emprendimiento y esos que de manera genérica se fundamentan en la existencia de oportunidades.

Evidentemente, todo emprendimiento aprovecha las oportunidades que presenta la realidad, pero los de tipo “oportunista” buscan satisfacer una necesidad urgente.

En la medida que surge algún imperativo en el mercado o la sociedad, pueden activarse estos modelos de negocio con mucho éxito.

Sus perspectivas en términos de tiempo pueden ser en limitadas, pero el alcance “vertical” y la rentabilidad de corto y mediano plazo es muy prometedor. Un ejemplo típico de esto son los emprendimientos para vender equipo y material sanitario en tiempos de pandemia.

El emprendedor “oportunista” es una persona hábil en la observación de la realidad que lo rodea. Necesita poseer visión estratégica, porque es bien cierto que “mirando se pueden ver muchas cosas”.

Las únicas oportunidades que existen son las que se aprovechan. El mundo puede llamar a esto “oportunismo”, pero el emprendedor de cepa sabe que se trata de un sentido común para el oficio.

6.- Emprendimiento pequeño.-

Estos no están relacionados estrictamente al tamaño o alcance, más bien al hecho de asumirlos inicialmente como un trabajo individual, una tarea eminentemente personal.

Los profesionales que deciden ejercer su oficio de manera independiente son un claro ejemplo de estos tipos de emprendimiento. Es un vehículo de transición entre los sistemas de trabajo que exigen dependencia de otros y los que pueden ejercerse con autonomía.

Su beneficio fundamental es que generan una dinámica virtuosa en la economía. En primer lugar por la calidad de la oferta que ponen a disposición y en segundo, por sus posibilidades de crecimiento.

Entre los sistema de trabajo que sostienen las economías, el que menos aporta a título personal es el empleo. El auto-empleo es, de todas maneras, un eslabón superior en la cadena de valor. Y tiene además, todo el potencial de constituirse en un emprendimiento mayor con el tiempo.

7.- Los tipos de emprendimiento “incubador”.-

Estos son proyectos de alto riesgo y con posibilidad de grandes ganancias.

La mayoría de las “startups” se incluyen en esta categoría. Estas empresas tienen algunas de las siguientes características:

  • Una idea y modelo de negocios muy fuertes
  • Una posibilidad de crecimiento grande y de corto plazo
  • La posibilidad de escalar rápidamente.

Sin embargo, detrás de cada una de las “posibilidades” enunciadas se encuentra la enorme probabilidad de fracasar en el intento.

El emprendedor que desarrolle un negocio “incubador” debe estar muy consciente de las probabilidades que tiene de ser exitoso. La experiencia y las estadísticas sostienen que éstas son bastante pequeñas.

Ahora bien, el término “incubador” alude a esto mismo, porque para minimizar los riesgos, o maximizar las probabilidades de éxito, hay que sostener y proteger el proyecto con mucho cuidado en su nacimiento y crecimiento primario. Sostener el negocio involucra recursos, y protegerlo exige habilidad.

Si un emprendimiento “incubador” alcanza éxito, puede constituir una victoria para toda la vida.

8.- Emprendimiento tecnológico.-

Habitualmente requieren bastante investigación y suelen estar financiados tanto con fondos privados como públicos.

Como su nombre lo indica, se relacionan con la tecnología o la ciencia. Habitualmente pueden combinarse con el emprendimiento novedoso, pues los productos o servicios desarrollados son muy innovadores y generan un gran impacto en el mercado.

Si bien es un tipo de emprendimiento que precisa un gran capital, regularmente es apoyado por instancias gubernamentales o importantes fondos privados, quienes se encargan de dotar todo lo necesario para que el producto o servicio salga al mercado lo más pronto posible.

Tipos de emprendimiento que existen. Conclusión.-

Emprender es un verbo. Como tal aplica al hecho de actuar y poner en práctica una operación. Esto es lo primero. Sin embargo, una vez que se ha tomado la decisión de ingresar en el juego, ayuda mucho contextualizar el escenario donde se desarrollarán las actividades.

No todos son iguales, y el emprendedor que esté consciente de ello y se ocupe de conocerlos a profundidad, tiene mejores probabilidades de triunfar.

(Tipología extraída del artículo ¿Cuál de los 10 tipos de emprendedores eres tú? ¡Utilízalo a tu favor! De la publicación HubSpot)

Twitter: @NavaCondarco

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