Triunfar en la vida demanda hoy algo no muy valorado

Triunfar en la vida es algo que cada uno evalúa desde su particular e íntimo punto de vista. No hay parámetros sociales que expliquen el éxito. Sin embargo, existe un factor común para todas las personas que quieren alcanzar sus objetivos hoy día: la capacidad que tengan de APRENDER. Sin esto no existe ninguna posibilidad de interactuar con la dinámica que presenta la realidad y trascender básicamente en este mundo.

La gente da por descontada su disposición y capacidad de aprender, pero esto no es necesariamente así, mucho menos hoy día.

La Capacidad de Producción.-

Desde el punto de vista de la Estrategia está claro que la Capacidad de Producción es la que determina el potencial de las personas para alcanzar los objetivos que buscan. De hecho no es el empleo, el negocio o una cuenta bancaria. Porque todas estas pueden algún momento desaparecer, y si uno tiene atadas sus posibilidades a ello, concluirán al mismo tiempo que se produzca un despido, el negocio quiebre o la cuenta bancaria quede sin dinero.

La Capacidad de Producción es aquello que cada quién puede colocar a disposición del mercado y transarlo por lo que necesita o quiere. Son dones, talentos, habilidades, conocimientos, destrezas o experiencias que se poseen y por las cuales otras personas están dispuestas a pagar un precio. En tanto cultive y desarrolle una Capacidad de Producción distinguida, la persona tiene la posibilidad de alcanzar el éxito que desea para triunfar en la vida.

Para ampliar la evaluación de lo que es y representa la Capacidad de Producción pueden leerse los siguientes artículos:

Libertad Financiera (explicaciones necesarias)

9 condiciones para ser un profesional de valor

La dinámica de los cambios hoy día y su importancia para triunfar en la vida.-

Ahora bien, no es que todo lo anterior haya perdido valor. Sigue siendo elemento fundamental para tener una vida a la altura del potencial que se posee. Sin embargo, existe un factor que ahora condiciona nítidamente lo anterior: el ritmo al que se producen los cambios (a todo nivel) en la vida contemporánea.

La Capacidad de Producción que se sostiene hoy mismo ya no tiene igual valor que hace 365 días. Y con esto queda por considerar la relación en los últimos 5 o 10 años. Todo cambia ahora a una velocidad impresionante. En buena parte como efecto de la tecnología, pero también como consecuencia del desarrollo general que van alcanzando los fenómenos sociales, económicos y políticos.

Entre los años 1960 y 1990, la Capacidad de Producción de un profesional promedio no estaba sujeta a un nivel muy importante de actualización. Los cambios se producían, por supuesto, pero a un ritmo relativamente constante y aprehensible. Sin embargo, entre 1990 y la entrada del nuevo siglo, la dinámica multiplicó su velocidad. Y lo mismo sucede ahora mismo.

El conocimiento y los talentos son insuficientes.-

Alvin Tofler en su célebre libro “La tercera ola” afirmaba (allá por 1979), que el mundo transitaba del poder de la fuerza o el dinero característicos de la Revolución Agrícola e Industrial, a la era del conocimiento.

Pero eso no duró mucho, porque el conocimiento por sí solo, ya no basta para sostener la Capacidad de Producción de las personas y triunfar en la vida.

Lo que se conoce hoy, mañana ya no tiene la misma funcionalidad. Conocimientos, destrezas y experiencias que permiten transar adecuadamente la Capacidad de Producción en este momento, ya no tienen igual relevancia en un tiempo más. Una secretaria experta en dactilografía tenía un valor en 1985 que no mantenía, ni remotamente, el año 2000, y mucho menos en éste mundo de asistentes virtuales.

Un arquitecto que no tenga la capacidad de interactuar eficientemente con las herramientas virtuales que soportan los trabajos de diseño (y cambian con frecuencia), carecerá del nivel competitivo para triunfar en la vida profesional.

El conocimiento efectivamente es indispensable, pero en tanto corresponda con las exigencias de la dinámica imperante.

La crisis del COVID 19 ha cambiado en un año el carácter de las competencias para todos los profesionales en el planeta. Y no se trata solo de cambios en las “reglas del juego”, es una “patada total del tablero”.

En estas condiciones, son dos los elementos que permiten mantener íntegra y competitiva la Capacidad de Producción de una persona, cualquiera que ésta fuese:

1.- La habilidad de APRENDER permanentemente.

2.- La capacidad de conocer, dominar e internalizar CONCEPTOS.

El punto 2 será abordado en otra oportunidad. Por el momento sólo cabe mecnionar sobre esto que en un mundo de cambios permanentes, “no existe nada más práctico que una buena teoría”. Las herramientas cambian, pero los conceptos son trascendentes.

Aprender, por otra parte, es el “proceso a través del cual se adquieren conocimientos”. Es la asimilación continua de ellos y la fijación de información y datos en el cerebro. Un proceso es un conjunto de acciones o actividades sistematizadas. No involucran un solo hecho a una acción.

La capacidad de aprender para triunfar en la vida no es, necesariamente, la que se cree.-

Para afirmar que uno tiene facilidad para aprender, no basta remitirse al estudio o a la capitalización de experiencias. Es indispensable, de igual forma, una buena actitud para el relacionamiento con otras personas, humildad para entender las carencias propias y capacidad de asimilar críticas y reproches.

No es cualquier cosa esto de poseer capacidades de aprendizaje. No tiene que ver con el aula y en nada se asemeja a la erudición. La persona que posee la bendición de aprender, lo hace constantemente y recurre a todas las fuentes a su alcance.

Quien tiene viva ésa llama que convoca al aprendizaje, sabe que el ser humano está rodeado de maestros, porque en cada criatura y evento existe algo por aprender. Reconoce igualmente que el conocimiento convencional (ése que la Sociedad se ha encargado de imponer desde los 6 años de edad), es apenas una pequeña (y muy pobre) porción de la realidad que se necesita conocer.

En tanto la gran mayoría de las personas dan por concluido su “ciclo de aprendizaje” al salir del colegio o la universidad, el distinguido lo considera solo un peldaño.

El aprendizaje tampoco está relacionado con el conocimiento especializado, a pesar que muchos todavía consideren que esto es así. Los especialistas  (al estilo de aquellos de los años 70, 80 o 90), no tienen la flexibilidad necesaria para adaptarse a los cambios. Ahora es necesario el profesional generalista, aquél que accede al “conocimiento horizontal”, y en función de necesidades y coyuntura, profundiza en lo que considera necesario.

Aprender y triunfar en la vida es una cuestión de actitud, no de aptitud.-

La capacidad de aprender está sustentada en actitud mucho más que en aptitud. La curiosidad es más importante que el análisis. La contemplación contribuye más que el estudio. En escuchar a los demás se debe imprimir mayor énfasis que el dedicado al “docto lenguaje”.

Se aprende más y mejor cuando se tiene el ego bajo control, porque éste presume siempre que lo sabe todo y subestima aquello que desconoce. Bien lo decía Sócrates: “la gente inteligente aprende de todo y todos, la gente promedio aprende de sus experiencias y los estúpidos calculan conocer por anticipado todas las respuestas”.

Parece simple y obvio. Pero APRENDER como corresponde y se necesita, es un poco como “dominar un arte para abordar la ciencia”. Nada sencillo, Todo un desafío. Algo que en definitiva distingue claramente a unas personas de otras.

La ventaja competitiva por antonomasia.-

Curiosamente, en la época en que la humanidad tiene al alcance todo el conocimiento que existe en el universo, pocos pueden abordarlo con eficiencia, porque se ha perdido notablemente la capacidad de aprender. La gran mayoría de las personas portan una “supercomputadora” en la palma de la mano, pero pocos son capaces de extraerle algo más que la última foto del amigo o la cantante de turno.

(¿Sabía usted que la misión Apolo XI que llevó al hombre a la luna tenía computadoras con la capacidad de una calculadora de bolsillo actual y sin embargo consiguió semejante proeza?  ¿Sabe usted, en comparación, el poder que posee el teléfono celular que porta en su mano?)

Por último, y como bien lo diría el Pingüino Amarillo, los procesos mentales del aprendizaje también tienen que ver con la “acumulación por eliminación”. Porque para aprender y ser funcional hoy día, es necesario “desaprender” con la misma eficacia.

Hay un sinfín de cosas que se han aprendido y no sirven para nada. Y las mentes rígidas que no poseen la capacidad de filtrar y desechar lo necesario, nunca podrán triunfar en la vida.

Estas líneas no tienen la intención de enseñarle nada, son apenas un esfuerzo para despertar su interés de aprender y conocer un poco más lo que aquí se ha dicho. ¡Aprenda a aprender! Descubra de qué se trata todo esto. Es buen punto de partida para la construcción de ventajas competitivas y la senda más corta para alcanzar la victoria.

Twitter: @NavaCondarco

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